Caserío Muruetaurrekoa
Los caseríos de Durango han estado habitados por inquilinos, porque tanto el caserío como las tierras pertenecían a unas pocas familias. Consecuencia de este hecho es el considerable abismo existente entre los testimonios orales y los nombres de lugar recogidos en las escrituras. Por ejemplo, el caserío Etxerrekoa Muruetaurrekoa era llamado de esta manera porque fue pasto de las llamas a comienzos del siglo XX; al caserío Muruetatorre se le llamó también Txarakena, que era el apodo de los que lo habitaban; el caserío Muruetabeitia es conocido también como Lukuena, porque los que lo habitaban procedían del caserío Luku de Iurreta. Resumiendo, este fenómeno se extiende por toda la toponimia de la Villa, y adquiere su grado más alto con los nombres de lugar de la zona de Landako(a).
Topónimo: Muruetabeitia baserria (Lukuena), Muruetatorre baserria (Txarakena), Muruetaurrekoa baserria (Etxerrekoa)